Ya llegaste al cajero
risa y risa, bien cotorro
hasta que viste el gran cero
de tu canija cuenta de ahorro.
Ahora no sabes que hacer,
por eso llegó la huesuda,
para darte unos consejos
y no te quedes con la duda.
Te acabaste la de débito
por deudas andar pagando
ándale, pasa la de crédito;
total, para eso “trabajas tanto”.
Pues no, señor, señorita
la calaca te lo está anunciando,
eso lo compras ahorita
y en dos años lo sigues pagando.
No deje crecer al demonio,
elija bien en qué gasta.
Cuide su patrimonio,
si no, la deuda me lo aplasta.
“Ya llévame diosito divino”
luego en broma andas diciendo.
Deja que te diga el destino
de los que siempre están debiendo.
¿Cuántas noches sin dormir?
Hasta la consciencia te mueve.
Mejor disfrute la vida,
total, esa ya me la debe.